Si el de 2020 fue un verano atípico y el de 2021 de transición parece que el de 2022 vuelve a ser como “los de antes” o, al menos, eso parece.

En cualquier despacho de abogados estos últimos días de julio son un non-stop de presentar escritos, de tener reuniones para cerrar temas, de organizar lo que viene después de verano… un último sprint antes de alcanzar las codiciadas y merecidas vacaciones.

El descanso estival es más que necesario para un sector que lleva dos años consecutivos muy intensos dando respuesta a clientes 24h/7d. Cuidarse y otorgarse un parón aporta indudables beneficios físicos y mentales que creemos necesarios para poder afrontar el día a día de nuestra profesión. La desconexión digital se ha convertido ya en un bien de primera necesidad.

Por eso, con carácter general, en Rocha Paus damos mucha importancia a la organización previa de los equipos por turnos y a la configuración de calendarios de vacaciones que sirvan para que haya la cobertura de servicios mínimos. Creemos que es esencial que cada uno de nuestros profesionales pueda disfrutar de su periodo vacacional sin interrupciones. A cada uno de nosotros, ya a nivel más individual, le corresponde lidiar con el binomio alta responsabilidad – culpabilidad tan arraigado en nuestro sector. ¡Reivindiquemos el derecho a la pereza! Abandonemos las prisas, lo superlativo, lo excesivo y volvamos a lo simple.

No queríamos terminar este post sin agradecer el esfuerzo, energía y entrega de todo nuestro equipo. Es una suerte contar con profesionales tan comprometidos y responsables.

Ahora, por imperativo legal, ¡DESCONECTAD! Feliz verano y nos seguimos leyendo a la vuelta